Rastreadores de metal de toda Europa regresan a las playas de Benidorm para practicar su "hobby"
No importa si hace buen o mal tiempo. Esta semana hay unos turistas que no se han perdido un solo día de playa en Benidorm, los buscadores de oro... o de metal. Se ven con sus interesantes aparatos andando despacio como si estuvieran, con ellos, barriendo el suelo pero a un palmo de él. Llevan puestos unos grandes auriculares que forman parte del equipo y con los que pueden "pitear", como ellos mismos definen. Y es que a través de ellos se van escuchando ligeros pitiditos hasta que detectan un metal y entonces se eleva su volumen de forma significativa.
Ocurre poco. Tan poco que ayer Anatoli, de Ucrania,apenas había logrado, después de cuatro horas de rastreo, un euro, una moneda de cien pesetas y algunos céntimos. Aaga, un noruego que también "piteaba" a unos cien metros, había encontrado aún menos, no llegando al euro.