cascos1El arqueólogo alemán Michael Müller-Karpe, del Römisch-Germanisches Zentralmuseum de Maguncia, lleva décadas luchando contra el expolio arqueológico en Europa. Denunció en dos ocasiones que salían a subasta unos cascos celtibéricos expoliados en Aranda de Moncayo. Y sin éxito alguno, ya que las autoridades españolas nunca los reclamaron. En esta entrevista del Heraldo de Aragón cuenta las claves del caso.  

almunecar1Los restos provenientes de hallazgos realizados en los últimos 30 años estaban arrumbados en bolsas y sin catalogar en una cochera llena de humedades.

Ánforas fenicias y estucos romanos arrumbados junto a hormigoneras, escombros y material de obra en un sótano lleno de humedades. Este es el panorama que se ha encontrado el equipo de gobierno de Almuñecar en la planta baja del centro de salud de la localidad, donde el Ayuntamiento almacenaba, contenidos en más de medio centenar de cajas y bolsas apiladas sin identificar ni siglar, los restos arqueológicos hallados en el suelo de Almuñecar en diversas excavaciones de los últimos treinta años. La peculiar manera de conservar el patrimonio sexitano del anterior equipo de gobierno, de CA, ha escandalizado al área de Cultura que dirige la concejala Olga Ruano (PA), que, tras analiza la situación, ya ha tomado cartas en el asunto para corregir el desastre.

 
  • Tres de los cascos que se han vendido en una sala de subastas alemana. / HERMANN HISTORICALa Fiscalía investiga la venta ilegal en Alemania de un valioso conjunto de cascos celtibéricos
  • Arqueólogos acusan a Cultura de no reclamar a tiempo las piezas

18 cascos celtibéricos, un conjunto único procedente de un yacimiento zaragozano, se hallan en el centro de una polémica que enfrenta a historiadores y arqueólogos con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Aquellos exigen a la Administración que tome cartas en el asunto para evitar la venta de las piezas en Alemania. Y este niega su responsabilidad.

La novela (¿de un expolio?) comenzó a escribirse en 2008, año de la subasta en Múnich de la enorme colección de Axel Guttmann. Entonces, el museo Römisch-Germanisches-Zentralmuseum (RGZM) de Mainz denunció que los cascos eran de procedencia española y que se habían exportado ilegalmente. La fiscalía de Múnich retuvo las piezas y solicitó al Gobierno español que reclamara su legítima propiedad en tres meses. No hubo respuesta. Las piezas pasaron a manos de sus nuevos dueños.