
Són muy pocos los artículos en castellano que hablan sobre un elemento tán importante en nuestra afición como es el detector de metales. Sus características técnicas, principios físicos, tipos de detectores, su historia.......
Debido a la falta de información que hay sobre el tema, me he decidido a extraer y ampliar este capítulo para convertirlo en artículo. A medida que existan innovaciones que lo merezcan, el artículo se irá actualizando y completando.
Estoy completamente seguro que tanto el aficionado que inicia sus primeros pasos en esta afición, como el aficionado más experimentado, encontrará aspectos que le eran desconocidos sobre los dectores de metales.
® Francisco J. Matas
Detectores de uso Lúdico
Para la detección metálica de tipo lúdico, se emplean básicamente cinco tipos distintos de detectores, de Baja Frecuencia, Multifrecuencia, Impulsos, BFO y Radio Frecuencia.
Detectores VLF (Very Low Frequency) o de Baja Frecuencia. Son los más populares y los más usados para la detección lúdica. Funcionan con 1 o 2 frecuencias, los modelos más avanzados que usan el sistema de doble frecuencia, permiten simultanear ambas o buscar independientemente con cualquiera de ellas. Conjugan a la perfección distintos factores técnicos como son la discriminación, una buena sensibilidad, el balance de tierra y una profundidad de detección aceptable. El mayor inconveniente de los detectores de baja frecuencia, es que su estabilidad y buen rendimiento se ven influenciados por la mineralización del terreno donde se usen.
Detectores BBS (Broad Band Spectrum) o Multifrecuencias. Básicamente son detectores de baja frecuencia que usan entre 17 y 28 frecuencias para la búsqueda, la mayoría de los que usan este sistema, trabajan con frecuencias comprendidas entre 1.5 y 25 o 100 Khz, lo que mejora su estabilidad y funcionamiento, aún en terrenos muy mineralizados.
Detectores PI (Pulse Induction) o de Inducción de Pulsos. Actualmente su uso no se encuentran muy extendido en España. Generalmente, los detectores de pulsos son usados para la búsqueda en playas, donde excavar un objeto resulta una tarea sencilla, o en zonas donde la presencia de chatarra es prácticamente nula. A la ausencia de discriminación, se suma la baja autonomía de búsqueda, ya que cada pulso requiere una gran cantidad de energía. Como contraprestación a estas deficiencias, son aparatos muy sensibles y profundos y no se ven alterados por las condiciones minerales del terreno donde se usan. La mayor parte de detectores dedicados a la búsqueda subacuatica usa el sistema de pulsos y existen modelos sumergibles a más de 100 metros de profundidad. Otra característica de estos detectores, consiste en la gran gama de accesorios con que cuentan algunas marcas. Quizás los mas destacados sean los marcos de búsqueda, un accesorio que hace las funciones de plato de búsqueda y que esta compuesto de barras que forman un cuadrado de 1x1 metro (Foto 1) hasta incluso 2x2 metros. Estos marcos aparte de incrementar considerablemente la profundidad de búsqueda, aumentan la superficie de rastreo. Algunas asociaciones, entre ellas la AEPD, no considera este tipo de accesorios para uso lúdico, así que prohíbe el uso de detectores equipados con platos o marcos que superen un diámetro de 40 cms.
Detectores de RF (Radio Frecuencia), de Cajas o Antenas. (Foto 2). Este tipo de detectores usan el sistema de Transmisión/Recepción, al igual que los detectores VLF. La diferencia de funcionamiento radica en la posición perpendicular de las bobinas entre si, así como la distancia que las separa, entre 70 cms. y 10 metros. Esto confiere a este tipo de detectores una capacidad de detección completamente distinta a los detectores con los que comparte sistema de búsqueda. Los detectores de RF carecen de discriminación, aunque según algunos fabricantes, es posible distinguir metales férricos y no férricos con la práctica. Son poco sensibles a objetos de pequeño tamaño y muy influenciables por las características del terreno donde se usen. Además de detectar objetos metálicos de tamaño medios (siempre mayores que una pelota de tenis), también detectan huecos en el terreno o cambios considerables en la composición o densidad del mismo. Son usados para la detección de objetos de volumen considerable a profundidades que pueden sobrepasar ampliamente el metro de profundidad, motivo por el que muchas asociaciones, entre ellas la AEPD, no los considera meros instrumentos lúdicos y por ello, prohíbe su uso a los socios.